Aunque todavía no llega al mercado, la marca ya está sacando a rodar en público al nuevo Cayenne Electric, no solo para ajustar los últimos detalles, sino también para demostrar que esto va en serio: rendimiento, utilidad diaria y capacidades off-road, todo en un solo paquete.
Durante una filmación en Inglaterra, el Cayenne Electric se enfrentó al legendario Shelsley Walsh Hill Climb, una pista estrecha y empinada con más de un siglo de historia en el automovilismo británico. Esta travesía tuvo como resultado el récord absoluto para un SUV, con un tiempo de 31.28 segundos, rompiendo la marca anterior por más de 4 segundos. Y eso en su primer intento.
La encargada de poner las manos al volante fue Gabriela Jílková, piloto de desarrollo del equipo Porsche de Fórmula E, quien destacó la precisión quirúrgica del sistema de suspensión activa Porsche Active Ride, que mantiene la carrocería plana incluso en frenadas o curvas agresivas. “No hay zonas de escape y no perdona errores, pero el Cayenne me dio total confianza”, dijo.
Por si fuera poco, el Cayenne también demostró su lado práctico: remolcó un auto clásico de más de 2 toneladas, propiedad del presentador Richard Hammond, sin despeinarse. Según Porsche, esta bestia eléctrica podrá remolcar hasta 3.5 toneladas, igualando a las versiones a gasolina, algo prácticamente inédito en un BEV (vehículo eléctrico de batería).
Más allá del show, Porsche deja en claro que no quieren que el Cayenne Electric sea solo un juguete rápido o un experimento “verde”. Quieren un SUV capaz de todo, lo mismo aceleraciones brutales, larga autonomía, remolque real, y todo con un diseño que aún camuflado ya impone respeto.
La versión final aún se está afinando, pero el prototipo ya tenía el mismo tren motriz y equipo que llegará a producción. Y para quien quiera verlo en vivo, Porsche lo mostrará en el Goodwood Festival of Speed del 10 al 13 de julio.
El Cayenne Electric no viene a reemplazar a los motores térmicos de inmediato, pero sí a marcar un nuevo estándar para los SUV eléctricos premium. La electrificación no es una promesa a futuro, pue ya está aquí.
