El consejo de administración del grupo automotriz Stellantis aceptó la renuncia del CEO, Carlos Tavares, y la compañía será administrada provisionalmente por un comité ejecutivo interino presidido por John Elkann, presidente de Stellantis, a la espera de que se nombre un nuevo CEO durante el primer semestre de 2025.
Como anterior director ejecutivo del Grupo PSA, propiertario de las marcas Citroën, DS, Opel y Peugeot, Carlos Tavares fue el principal gestor de la creación de Stellantis, al fusionar PSA con la extinta FCA, propietaria de marcas como Alfa Romeo, Chrysler, Dodge, FIAT, Jeep, Maserati y RAM.
El director independiente sénior de Stellantis, Henri de Castries, declaró en un comunicado que “desde su creación, el éxito de Stellantis se ha basado en una alineación perfecta entre los accionistas, el consejo y el director general. Sin embargo, en las últimas semanas han surgido diferentes puntos de vista que han dado lugar a que el consejo y el director general hayan tomado la decisión de hoy”.
Su última gran gestión como CEO fue liderar la compra de Leapmotor.
Elkann agradeció al ejecutivo saliente por “sus años de dedicación y el papel que ha desempeñado en la creación de Stellantis, además de las anteriores transformaciones de PSA y Opel, que nos han situado en el camino de convertirnos en un líder mundial en nuestra industria”.
La compañía se encuentra sumido en un período de bajas ventas y en plena transición del sector hacia la electrificación. En el tercer trimestre los ingresos se redujeron un 27%, hasta 33.000 millones de euros. Las entregas, por su parte, cayeron un 20%, a 1,14 millones. Hasta el mes de septiembre, la facturación ha caído un 18% y las ventas de autos un 13%. El mayor impacto lo sufre en América del Norte, que a mitad de año reportó un beneficio de 5.600 millones, un 30% menos.
Aún así, Stellantis confirma sus objetivos financieros marcados para el año 2024.
