Hoy se lanza en Uruguay el Renault Sandero RS, y recuerdo que cuando se lanzó en Argentina, varios de nuestros seguidores protestaron que le digamos deportivo a un auto con 145 CV. Muchos compararon sus cifras de potencia con otros GTi del mercado, los más puristas de la marca se espantaron con que lleve el apellido RS y algunos nostálgicos hasta se acordaron del glorioso Clio Williams. Si bien desde Autocosmos.com no nos “casamos” con ninguna marca, (gracias a eso podemos traerte la información más objetiva) en lo personal se me hizo necesario defender al Sandero RS de estas críticas un tanto injustas.
Para empezar, comparar a este vehículo con los actuales GTi del mercado (léase específicamente el VW Golf GTi, como mencionaron algunos) es, como reza el dicho, “comparar chorizos con morcillas”. El Sandero RS cuesta la mitad de precio que ese auto, y hasta se posiciona a unos $100.000 menos que el flamante Peugeot 208 GT, con el que comparte país de origen y que sería su primer rival a comparar.
Ubicarse en esta escala de precios no es casualidad, ni mucho menos se trata de una oferta filantrópica por parte de Renault. El Sandero RS no deja de ser un Sandero, uno de los vehículos globales más accesibles de la marca. ¿Todavía querés compararlo con un Volkswagen? Hacelo si algún día lanzan al Gol Trend GTi.
¿Todavía querés compararlo con un Volkswagen? Hacelo si algún día lanzan al Gol Trend GTi
Por otro lado, hay que considerar que tanto el Megane RS como el Clio IV RS son vehículos de segmentos superiores, mientras que el querido y recordado Clio Williams fue en su momento la máxima expresión de deportividad de la marca para el segmento, lugar que hoy ocuparía el mencionado Clio IV RS. Con la llegada del Sandero RS estamos ante el primer hatchback compacto producido en el Mercosur con cualidades deportivas, con sorpresivas aptitudes en pista y un precio que le hará sacar la calculadora a los fanáticos de los track days.
Sin embargo, en esta prueba de manejo no vamos a evaluar nuevamente su comportamiento en un circuito, sino que vamos a ver cómo se comporta en el día a día en la ciudad y autopista.
Diseño
Desde afuera podemos darnos cuenta que estamos ante la versión RS del Sandero cuando vemos en su frontal el paragolpes de diseño exclusivo, el labio con acabado metalizado en la parte inferior rodeando las luces LED y obviamente, las siglas RS debajo del gigantesco rombo. En el lateral encontramos unas llantas de aluminio tonalizadas de 17”, faldones laterales, stickers alusivos y cuando lo vemos desde atrás hace su aparición una salida de escape doble cromada, un difusor trasero, y el reemplazo de la nomenclatura “Sandero” por la de “Renault Sport”.
El conjunto estético está bien logrado, el aumento en el diámetro de las llantas oscurecidas y el bajo perfil de sus neumáticos (205/45/R17) le confieren una estética deportiva mas allá de tener 5 puertas.
Mecánica y Seguridad
La parte más importante del Renault Sandero RS está bajo el capot. A diferencia de otras versiones donde la deportividad pasa sólo por la estética, (hola GTLine) el Sandero RS cuenta con un motor único en su gama, el 2.0L F4R de 5ta generación con 16 válvulas que también equipa a la Duster, pero que en este caso llega a los 145 CV (a 5.750 rpm) y 198 Nm de torque (a 3.750 rpm).
Este motor tiene una serie de modificaciones, como la reconfiguración del mapeo en la computadora, un colector de admisión un 20% más grande, un incremento en la presión de inyección también en un 20% y el sistema “Sound Flap”, que consiste en una tapa en el filtro de aire que deja pasar mayor flujo del mismo, cambiando el sonido del 2.0L.
Este impulsor de aspiración natural está emparentado a una caja manual de 6 cambios, lo que le permite, junto a su peso de 1.161 Kg y su relación peso-potencia de 8 Kg/CV, una aceleración de 0 a 100 Km/h en 8.5 segundos y alcanzar a una velocidad máxima de 202 Km/h. Estas cifras (y su acertada configuración en la suspensión) son sus credenciales para entrar al mundo de los deportivos. De los económicos, claro.
En materia de seguridad, el Renault Sandero RS posee únicamente los airbags frontales obligatorios, pero suma freno a disco en las cuatro ruedas (de 280 mm adelante y 240 mm atrás, tomados del Fluence GT) con ABS, ESP, control de tracción y asistencia de arranque en pendientes. Falta un apoyacabezas central y cinturones en la 5ta plaza, pero si te comprás este auto para estar llevando mucha gente quizás tengas que mirar otras opciones.
Interior y Equipamiento
Puertas adentro del Renault Sandero RS encontramos varios detalles estéticos exclusivos de esta versión. Para empezar tenemos un volante forrado en cuero idéntico al del Clio IV RS (pero claro, sin las levas detrás del volante) y unas butacas con las siglas RS en los apoyacabezas. Estas butacas con tapizado de tela son muy cómodas y tienen un excelente agarre lateral, tanto que habría que ver si en verano no pueden resultar demasiado calurosas.
no integra el RS Monitor que si tiene el Fluence GT2, un sistema de telemetría perfecto para los geeks del automovilismo.
La pantalla táctil de 7” cuenta con el conocido y completo Media NAV, pero no integra el RS Monitor que si tiene el Fluence GT2, un sistema de telemetría perfecto para los geeks del automovilismo. Sería genial que pueda ofrecerse al menos como opcional, aunque seguramente se lo estén guardando para una próxima versión o edición especial. Con respecto a la pantalla, tal como lo hicimos con el Sandero y la Duster volvemos a criticar su posición, ya que está ubicada a la mitad de la consola lo que la vuelve incómoda para observarla, (hay que bajar la vista) además de ser susceptible a los reflejos.
Ya que hablamos de la ubicación de las cosas, el Renault Sandero RS tiene el clásico problema de auto francés cuando hablamos de ergonomía; les paso a dar un ejemplo: los botones para levantar los vidrios de las plazas traseras desde el puesto de conductor, en vez de estar ubicados en la puerta del que maneja, se sitúan bien debajo de la consola central, flanqueando a los botones de velocidad crucero y RS. Una posición desubicada, que sólo puede estar justificada por el ingeniero brasileño que estuvo hilando muy fino en el Departamento de Costos.
Comportamiento Dinámico
Cuando lo manejás, se nota que estás en un auto un poco sobremotorizado. Es por lejos el Sandero más ágil y divertido, con un impulsor que reacciona inmediatamente al menor estímulo del acelerador.
Es por lejos el Sandero más ágil y divertido
En ciudad, el Renault Sandero RS nos hace sentir el sonido de su motor de una forma muy agradable, aunque esto incita un poco a malgastar el combustible.
La dirección es intencionalmente pesada y se vá poniendo cada vez más directa y con mejor tacto a medida que se aumenta la velocidad. Por otro lado, la selectora es corta pero algo imprecisa, te puede pasar que algunas veces al querer poner 5ta termines en 3ra.
Se notan los neumáticos de taco fino, si bien la suspensión no está del todo endurecida, el perfil bajo y los amortiguadores dejan transmitir casi todas las imperfecciones del camino. En autopista esto no es un problema, pero si en tu ciudad las calles están en muy mal estado vas a pasar un momento incómodo. Esta incomodidad ante los caminos rotos (comparado con el Sandero a secas) se debe a la suspensión, ya que Renault colocó espirales 92% más firmes en el eje delantero, rebajó 40 mm el despeje del suelo para lograr un centro de gravedad más bajo y le puso barras de torsión 65% más rígidas atrás. Todas estas cosas se agradecen enormemente en un circuito y en autopista, pero pasan factura cuando se busca un andar confortable.
Manejar al Renault Sandero RS en ruta hace que se vean sus pros y sus contras de forma bien clara. Por un lado el vehículo es capaz de hacer sobrepasos con muchísima agilidad, tener una buena tenida en curvas y frenar muy bien, pero por otro lado el ruido del motor es constante, haciendo que el 2.0L (y algún que otro silbido aerodinámico) termine siendo bastante molesto en un viaje largo.
Con respecto a los consumos, en ruta nos dió un promedio de 6.6 L/100 Km circulando a 100 Km/h (a 2.950 rpm), mientras que a 130 Km/h el motor elevó sus vueltas hasta las 3.900 rpm, con un consumo de 9L/100 Km. En ciudad, con un manejo en modo normal y sin jugar con los sonidos del escape, nuestro mejor promedio fue de 10.5 L/100 Km. ¿Por qué aclaramos lo de “manejo en modo normal? Porque al apretar el botón RS pasamos al modo Sport, donde el mapeo del motor cambia de tal forma que el auto hasta regula más arriba, pasando de unas 900 rpm cuando está en ralentí a unas 1.100 vueltas por minuto de su cigüeñal. Bajo este modo y demorando un poco el paso de cambios el consumo se te dispara hasta los 16L/100 Km. Igual, dejame hacerte una aclaración: si estás mirando los consumos que medimos con demasiada preocupación, seguramente es porque no cumplís con el perfil ni la filosofía de este vehículo.
Conclusiones
Celebro que Renault se arriesgue a vender un auto que nos ofrezca un manejo divertido bajo un modelo que justamente se encuentra en las antípodas de la deportividad. El Renault Sandero RS es el auto ideal para el fierrero que entiende que la diversión no pasa por acumular caballos bajo el capó sino por tener una buena dinámica de conducción. Así como están los que prefieren las picadas antes que las carreras en circuito, están los que verán con buenos ojos al Sandero RS cuando planeen su próximo track day sin quejarse de sus humildes 145 CV.
...un hatchback económico sabiamente tuneado
No es un auto dirigido a quienes busquen tener el tope de gama del Sandero, ya que no se siente como un auto de un segmento superior sino como lo que es, un hatchback económico sabiamente tuneado. No es un vehículo donde podés hacer un viaje de 8 ó 10 horas sin sufrir, el ruido del motor y las imperfecciones del camino no dejan de sentirse en el cuerpo. Elegir a este producto de Renault Sport significa sacrificar confort en pos del dinamismo, y para los que nos gusta que un auto nos dé más que sólo la posibilidad de ir de un punto A a un punto B, el Renault Sandero RS puede ser una muy buena elección.
Mirá el video de nuestra prueba en Argentina:
Renault Sandero RS a prueba por Autocosmos