En un mercado tan competitivo, el hecho de contar con alguna característica o filosofía que permita a una marca definir sus productos y destacarse del resto es un activo invaluable. Esto es justamente lo que significa el sistema de tracción integral quattro para Audi.
Es cierto que BMW y Mercedes-Benz cuentan con los sistemas de tracción integral X-Drive y 4Matic respectivamente, sin embargo, ninguna otra marca premium ha concebido sus productos más icónicos para asimilar la tracción integral como Audi, incluso podríamos decir que aquello que permitió a esta marca convertirse en un jugador preponderante en el segmento de lujo fue precisamente el haber desarrollado los vehículos quattro.
En el mercado "generalista", encontramos evidentemente a Subaru, que incluso se apega todavía más a esa filosofía de fabricar autos 4x4 que la propia Audi, pero que desde el punto de vista de marketing no se acerca ni a los talones a lo que ha logrado construir la firma de Ingolstadt con quattro.
La historia de quattro se remonta a mediados de los setenta cuando el genio y figura de Grupo VAG, Ferdinand Piëch, quería posicionar a la marca Audi en un nivel preponderante en el mercado a través de la tecnología. Un ingeniero le había contado sobre el impresionante desempeño de un pequeño Volkswagen Iltis que con sus modestos 75 CV fue el único vehículo que se pudo abrir paso en un camino cubierto de nieve, por encima de autos mucho más sofisticados y potentes. Poco después, los componentes del Iltis llegaron al Audi 80 para ser mejorados y en 1980, en el marco del Salón de Ginebra, debutó el Audi quattro.
Después de 35 años es difícil imaginar un Audi importante que no haya ofrecido tracción integral quattro. Desde el icónico Audi quattro que en su variante del mundial de rally se convirtió en toda una leyenda, pasando por los impresionantes RS2 o RS4 de primera generación, hasta el TT o el R8. Sin olvidarnos de modelos clave como A6, Q7, Q5 y un gran etc.