Industria

China se está volviendo un reto más difícil para marcas europeas

La hegemonía de los modelos alemanes parece estar desacelerando, mientras las marcas chinas se fortalecen.

China se está volviendo un reto más difícil para marcas europeas

Para nadie es un secreto “la batalla” que se vive entre China y occidente en términos comerciales y, más concretamente, en la industria automotriz: restricciones aquí, más aranceles allá, etc. Pero también es muy cierto que, por el otro lado, la preferencia del cliente final y las decisiones de compra que toma, impactan de manera directa en el performance de todas las marcas, dejando a la política como el menor de los problemas, pues nadie puede obligar o no a que alguien compre determinado modelo.

Lo anterior depende directamente de lo que ofrecen las marcas en sus modelos: calidad, tecnología, diseño, y la inevitable ecuación del valor-precio, esa que determina qué tanto más o no, ofrece un modelo por lo que cuesta; y justo ahí en donde actualmente están sufriendo marcas europeas como BMW, Mercedes o Porsche, versus marcas locales, chinas, concretamente como BYD , Xpeng y Nio, todas, en el camino de la expansión y con un tren tecnológico apabullante que además, es más barato.

Trascendió de Bloomberg que las cifras de ventas para los tres gigantes europeos mencionados, cayeron significativamente en el último trimestre de año en el mercado chino, demostrándose que la tendencia de compra de clientes chinos se inclina hacia nuevas propuestas con más tecnología a un mejor precio. BMW cayó 30%, Mercedes Benz 13%, mientras que Porsche bajó en 19%. Hablando de autos eléctricos, actualmente los modelos europeos únicamente representan el 10% en el mercado asiático.

En el mismo informe, Bloomberg señala que los clientes asiáticos consideran una mejor opción de compra los modelos chinos no solo por ser más baratos, sino porque tiene mejores prestaciones y mejor calidad de ensamble, y como dicen, la mejor mercadotecnia para cualquier producto o marca, es el “vox populi”, por lo que los gigantes europeos tienen un gran reto, mismo que en el que ya trabajan asociándose con empresas chinas dedicadas a la tecnología o asociadas a la industria que les ayuden a desarrollar productos más aterrizados a los gustos y/o necesidades al mercado chino, que, hoy más que nunca, está marcando el ritmo de la industria automotriz mundial.

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