Industria

Volkswagen le dice adiós a Rusia

VW vendió todas sus acciones y su fábrica a un distribuidor local.

Volkswagen le dice adiós a Rusia

Volkswagen le dice auf wiedersehen a Rusia. La empresa alemana vendió todas sus acciones y su fábrica a Avilon, un concesionario con sede en Moscú, y se fué completamente de Rusia, siguiendo el camino de varias otras automotrices desde que estalló el conflicto con Ucrania.

Si bien todavía no se dieron detalles del acuerdo (sólo un breve comunicado de prensa de parte de VW) diversos informes informes estiman que Avilon pagó aproximadamente 125 millones de euros para adquirir la operación rusa de VW y su fábrica en la ciudad occidental de Kaluga, que tiene capacidad suficiente para fabricar 225,000 vehículos al año.

Este acuerdo, que ya fue aprobado por el gobierno de Putin, también incluye su estructura de importadores con sus respectivos negocios de distribución y posventa, así como las actividades de almacenamiento y servicios financieros con todos los empleados asociados.

El negocio no le salió bien a Volkswagen. Cuando abrió su fábrica en Kaluga en 2007, los alemanes desembolsaron un monto de 774 millones de euros, bastante más de lo que obtuvo por desprenderse. Aunque claro, esta acción no está motivada tanto por cuestiones financieras sino más bien por cuestiones políticas, ya que el bloque Occidental comandado por Estados Unidos y países poderosos de Europa están hace tiempo presionando a sus empresas a que abandonen el territorio ruso como parte de la guerra económica que llevan adelante.

Lo importante es que los 4.000 empleados en la fábrica han permanecido en nómina desde el comienzo de la guerra a la espera de información sobre el futuro de la empresa en Rusia y al parecer, seguirán trabajando allí bajo un nuevo mandato.

Aún no se sabe si el acuerdo firmado entre Volkswagen y Avilon incluye una cláusula para poder volver al país. Otras marcas como Ford, Renault, Mercedes y Stellantis han acordado que pueden recomprar sus acciones y regresar en el futuro sin restricciones (aunque tal vez con algunos rencores)

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