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resurrecciones automotrices: a veces santo, a veces zombie

Para todos los gustos podemos catalogar lo que está pasando con el renacimiento de algunos emblemas de la industria. Algunos regresan del más allá totalmente desconectados de sus pasados dorados, otros muy alineados a lo que alguna vez fueron.

resurrecciones automotrices: a veces santo, a veces zombie

El vil dinero. Marketing. Venta fácil. Poca creatividad. Muchas pueden ser las razones del por qué algunas marcas han decidido resucitar emblemáticos nombres que llevan algún tiempo fenecidos, y lanzarlos como nuevos modelos, que algunas veces funcionan de forma brillante pero que otras poco o nada tienen que ver con aquellos de los que han heredado en nombre.

Si bien para la mayoría el nombre de un auto es sólo eso, un nombre que identifica tal o cual modelo, para otros ese nombre significa mucho más que sólo un nuevo modelo. En muchos casos, son identidades que se han ganado un espacio en la historia automotriz, ya sea para bien o para mal.

Aclaremos que este reciclaje de nombres puede tener varias consecuencias para los nuevos participantes, dependiendo de cómo plasmaron sus identidades en el pasado. Por ejemplo, si Pontiac aún existiera y decidiera revivir su modelo Aztek como un deportivo, creo que no sería de gran ayuda y seguramente quedaría como una de las peores ideas de la industria (por si no concoes es Aztek, puedes ver la saga Breaking Bad o simplemente googlear).

Claramente, no todos los nombres icónicos se mantienen para siempre, como por ejemplo el retirado Dodge Viper, pero muchos otros siguen en hibernación para luego reaparecer, aprovechando su fama construida anteriormente. En algunos casos, la estrategia falla y vuelven a caer en el olvido, como sucedió con el revivido Lincoln Continental, que luego de volver a respirar el 2017, fue sentenciado por la marca en 2020, esta vez para siempre. En otros casos vuelven transformados en una suerte de Frankenstein en fierros con crisis de identidad, como por ejemplo el Toyota Supra, que al menos en este caso, se intentó mantener una línea coherente con el alma de su antepasado.

Finalmente están aquellos nombres que renacen, pero equivocados de cuerpo. Es decir, que no tienen nada que ver entre uno y otro más allá del puro nombre. Principalmente esto se ve cuando cambia el animal por completo, como por ejemplo cuando en el pasado fue un excitante deportivo de dos asientos y en el presente es renacido como un aburrido SUV para 7 pasajeros.

En esta nota enlistaremos algunos casos llamativos vigentes actualmente en el mercado, independientemente si fueron o no exitosos o si tienen o no la aprobación del público.

Mitsubishi Eclipse vs Eclipse Cross

El caso del Mitsubishi Eclipse es el más llamativo ya que fue uno de los primeros en ocupar, de forma errada, esta estrategia y, por ende, siendo de los primeros en quedar con la mala forma en el inconsciente colectivo, trayendo el nombre de este reconocido y entretenido noventero y pegándolo en un aburrido SUV familiar.

Lo peor de todo es que el Eclipse Cross no es un mal auto. Tiene un diseño fome pero correcto, tecnologías de sobra, motores que andan y una buena marca de respaldo, pero no tiene nada de “Eclipse”. Más que darle mayores atributos al ponerle un nombre reconocido de un auto que es nada que ver a un crossover, sólo produce confusión, y en los más puristas, rabia.

Ford Bronco vs Ford Bronco

Ford ha generado muchísima expectación con el nuevo Bronco, logrando una gigantesca base de fanáticos en muy poco tiempo, llegando a copar listas de espera, y eso sin considerar la variante “Sport”.

Desde el punto de vista del diseño, el nuevo modelo está muy bien logrado dado que toma, a nuestro gusto, de forma precisa y acertada las bases del modelo lanzado en 1966. Eso sí, en dimensiones es mucho más grande, considerando que ese primer modelo era más chico que un Ford Ecosport. De hecho, el modelo nuevo tiene un tamaño más parecido al existente entre los años 1978 y 1996.

Y como ambos Bronco tienen el mismo enfoque off-road, nos parece una reencarnación más que acertada.

Citroën Ami 6 vs Citroën Ami

El Citroën Ami, de controvertido diseño, fue lanzado en 1961 como un vehículo familiar económico en formato sedan como station wagon. Tenía un infartante motor de 602 cc y 2 caballos de vapor y vivió por dos generaciones. Terminando su producción en 1978, el nombre estuvo desaparecido por más de 40 años para ser resucitado como un cuadriciclo 100% eléctrico. Así es. Este clásico modelo está siendo degradado a una especie de motoneta eléctrica con cuatro ruedas. Al menos tendrá puertas.

Su nuevo diseño, si bien no es desagradable, poco tiene que ver con el histórico Ami, y más que recordar a este querido modelo, lo reemplaza por algo totalmente diferente. No se trata de que el nuevo Ami vaya a ser un éxito total de ventas, porque no es precisamente un auto, pero ayudarse de un nombre emblemático para la marca sí puede ayudar.

FIAT500 vs FIAT 500

 Este es claramente uno de los casos mejor logrados, al menos desde el punto de vista del diseño. El modelo actual mantiene la personalidad intacta del original, agregándole toques modernos y, como en todos estos casos, centímetros y kilos adicionales.

Lanzado en 1957 como el sucesor del 500 “Topolino”, el Nuevo 500 fue comercializado en una sola generación hasta el año 1975, manteniendo siempre la principal diferencia con el modelo actual: su posición trasera del motor y la tracción trasera. Eso, y que medía menos de 3 metros de largo.

El nuevo Cincueccento tiene dos puertas, motor delantero, motores pequeños y eficientes, cuatro plazas y mucha tecnología de conectividad y seguridad. Así es como ha durado ya casi 15 años en el mercado.

Renault 5 vs Renault 5

Si bien el nuevo 5 aún no se produce, su fecha estimada de llegada al mercado durante el 2023 nos permite considerarlo para esta nota de comparación. Sobre todo, por lo bien logrado del conceptual respecto de su original, aunque en su nueva vida vendría como 100% eléctrico.

Producido durante dos generaciones entre 1972 y 1996, el compacto fue el auto más exitoso de Francia, utilizando un diseño sin mayores detalles llamativos, salvo si consideráramos la versión Turbo, que sí es muy codiciada por los fanáticos.

El moderno 5 eléctrico mantiene lqas líneas cuadriformes simples, y añadirá seguramente algún elemento que lo modernice, como faros LED. 

Chevrolet Blazer vs Chevrolet Blazer

En 1969, Chevrolet introdujo el K5 Blazer, o simplemente conocido como Blazer, a pesar de que el “K5” de su denominación fue eliminado recién para la tercera generación lanzada en 1992. Se trataba de un cuadriforme y muy robusto 4x4 con un aspecto campero imponente.

La cosa es que este icónico nombre no existía desde 1994, al menos de forma aislada. Hubo un modelo más grande llamado Trailblazer, pero poco tenía de la robustez y alma off-road de sus antecesores.

Ahora, el nombre Blazer ha sido revivido, pero en formato de un crossover mediano con una estética muy deportiva, cosa que tiene enojadísimo a los gringos por reutilizar tan histórico nombre en un SUV moderno. Chevrolet ha hecho campaña indicando que se trata del "Camaro de los SUV". Eso nos dice mucho de él.

Ford Puma vs Ford Puma

Este no se veía venir. Si bien el nombre Puma a lo mejor no es tan icónico como otros de la lista, al menos en Chile, sí fue un pequeño auto entretenido que, en la mente de los entusiastas, quedó bastante bien posicionado. A finales de los 90, Ford presentó el Puma como un auto principalmente destinado al placer de conducir, pero sin costar una locura.

20 años después del final de su producción, por allá por el 2002, Ford desempolva este nombre para ponerlo en… redoble de tambores… un SUV. Atrás quedaron los años dorados de los pequeños coupés, y si bien Puma debía volver a la vida, estaba destinado a mutar a lo obvio.

Renault Megane vs Renault Megane E-Tech

Otro modelo víctima de la “SUV-itis” que sufre el mundo automotriz es el querido y ya ultra posicionado Megane. Y es que el nuevo modelo, que aún está por lanzarse a la venta, es ahora un SUV crossover totalmente eléctrico y con nuevo apellido: “E-Tech Electric”. Utiliza la nueva plataforma CMF-EV de Renault que concentra el motor y la batería en la parte inferior del piso, lo que habría obligado a los ingenieros a elevar el habitáculo, teniendo que hacer un auto más SUV-morfo.

Aún no sabemos si el Megane definitivamente “estirará la pata” para dejar su espacio a esta nueva versión o convivirá al menos por un tiempo. Pero sea como sea, esperamos al menos que Renault mantenga sus versiones RS.

Jeep Gladiator vs Jeep Gladiator

Gran expectación causó el lanzamiento del nuevo Jeep Gladiator en 2019. Si bien fue una pick-up fabricada por Jeep entre los años 1962 y 1988, en una sola generación (conociéndose como J-series desde 1972), su nombre no fue tan emblemático en la historia automotriz como los otros modelos acá mencionados. Además, a diferencia de la generación actual que está basada en el Wrangler, el Gladiator original utilizaba la plataforma del Wagoneer de la época.

Pero fuera de eso, el ejemplo calza perfectamente en esta lista ya que el nombre fue sacado del más allá para revivirlo tres décadas después. Y si bien el nombre de Gladiator original no fue tan glamoroso como otros, ha sido correctamente utilizado para denominar este nuevo pick-up de Jeep. Una lástima no más que el precio acá en Chile esté por las nubes.

Suzuki Baleno vs Suzuki Baleno

Este vendría siendo como el “Bonus Track” de la lista, ya que como nombre el Baleno tiene bastante menos relevancia que el resto de nuestra lista, además de que, si consideramos al mercado indonesio, este fue discontinuado recién en 2010 luego de su tercera generación. Pero para ser justos, sacando a este mencionado país, el Baleno estuvo vivo sólo por una generación, con dos facelift a cuesta, abandonando nuestro mundo en el 2002 después de 7 años de vida.

Y en su corto tiempo junto a nosotros gozó de relativo éxito. Y es por esto que su nombre revive del más allá para formar nuevamente parte del portafolio de Suzuki, ahora eso sí como un atractivo aunque anémico hatchback. Que aproveche de disfrutar su nueva identidad ya que, en una hipotética tercera resurrección, estará condenado a volver como un SUV eléctrico.