De acuerdo con un análisis realizado por JATO Dynamics, el precio de los vehículos eléctricos varía según cada mercado. Por ejemplo en China, el mercado más grande del mundo para modelos 100% a batería, desde 2011 hasta la actualidad el costo se redujo significativamente a casi la mitad (47%), mientras que en Estados Unidos y Europa aumentó bastante, un 38% y 28% respectivamente.
La situación de China, Estados Unidos y Europa
En el caso de China, la baja del valor se debe a una serie de factores, como por ejemplo la decisión de su gobierno de invertir fuertemente en el mercado nacional desde 2009. En la actualidad, los consumidores del país oriental pueden comprar un vehículo eléctrico nuevo por tan solo 4.300 dólares.
Por su parte, el precio promedio de un auto a batería en Estados Unidos continúa aumentando más rápidamente que en cualquier otro mercado mundial, a tal punto que ahora se sitúa en 42.000 dólares, cuando en 2011 salía unos 30.000 dólares.
Al hablar de Europa, hay que mencionar que los vehículos eléctricos nunca estuvieron tan caros como ahora. En mayo de este año, en el Reino Unido eran en promedio un 52% más caros que los autos a combustión, mientras que en Paises Bajos el porcentaje escalaba hasta el 54%.
En cuanto a Alemania, el valor promedio de un vehículo eléctrico es de 46.000 dólares, contra los 43.000 de los vehículos de combustión interna. Noruega es la única excepción: el precio minorista promedio es de 52.000 dólares, contra los 62.000 dólares de los vehículos a combustión.
Los incentivos gubernamentales
Hasta la fecha, los incentivos generados por los distintos gobiernos fueron un factor vital para compensar la brecha de precios entre los vehículos tradicionales y los eléctricos. El caso chino es claro: el compromiso con el desarrollo de los eléctricos baratos fortaleció el mercado hasta tal punto que ya se está cerca de eliminar las ayudas de forma gradual, mientras que los fabricantes de Europa y Estados Unidos continúan confiando en ellas para impulsar sus ventas.
En Estados Unidos, los créditos fiscales han acelerado el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos premium, sin ayudar a los compradores de bajos ingresos. Claro, aún no se desarrolló una oferta de vehículos eléctricos verdaderamente accesible.
Poro su parte, al priorizar la acción ambiental en los últimos años, los gobiernos europeos desarrollaron una gama de esquemas de incentivación que incluyen exenciones de impuestos y subvenciones a la compra con éxito variable en todo el continente.
Tanto Estados Unidos como Europa deben ver si la reducción de los incentivos estimulará a los fabricantes a tomar medidas o si se quedarán atrás de sus competidores chinos, por lo que incluso corren riesgo de perder su ventaja en el mercado interno frente a los competidores asiáticos.
Al menos a corto plazo, los subsidios e incentivos de los gobiernos continuarán otorgándose para incentivar las ventas de los vehículos eléctricos. Sin embargo, se desconoce por cuánto tiempo serán necesarias.