A principios de los años 90, el gigante tecnológico Samsung decidió incursionar en el mundo de los autos, y con la asistencia técnica de Nissan estableció Samsung Motors. Poco duró su sueño, ya que justo cuando iniciaba la comercialización de vehículos llegó la crisis asiática, que la golpeó fuertemente y la obligó a buscar un socio que le permitiera seguir con vida.
En 1998, Renault compró el 70% de las acciones de la marca por 560 millones de dólares, mientras que en el 2000 se había cambiado el nombre a Renault Samsung Motors. Desde entonces, todo fue sinergias para la marca surcoreana, aprovechando las plataformas y motores de la Alianza Renault-Nissan y lanzando una exitosa gama de sedanes, los SM3, SM5 y SM7, que incluso llegaron a nuestra región, más precisamente a Chile.
Para finales de la década, Renault ya era dueño del 80% de las acciones y RSM se dedicaba básicamente a producir modelos de Renault, pero aún así se renovó el acuerdo de uso de la marca Samsung hasta 2020 (en Chile se utilizó hasta el 2015, siendo el último mercado de exportación en vender modelos Renault Samsung). Hoy, con un mercado en franco declive y sin productos atractivos para ofrecer, Samsung decidió dejar la marca que supo fundar en 1994.
Diversos informes de la prensa surcoreana indican que la marca venderá el 19,9% de las acciones, que están en poder de la división financiera de tarjetas de crédito Samsung Card. "Aunque estamos buscando la venta de las acciones, aún no se han decidido detalles como el método de venta, el comprador y el proceso", dijo la compañía de tarjetas de crédito en un comunicado, replicado por el medio The Korea Herald.
La producción continúa
En la planta de Busan, Corea del Sur, se producen los modelos Renault Samsung SM3 EV (Fluence EV), SM6 (Talisman), QM6 (Koleos) y XM3 (Arkana), así como varios modelos Renault de exportación, como el Arkana y el Koleos.
Todo parece indicar que el emblema actual para los vehículos del mercado doméstico se mantendrá sin cambios, pero no ocurrirá lo mismo con el nombre. Así, le queda poca vida a la marca Renault Samsung.
Mientras tanto, Samsung seguirá vinculado al mundo automotriz a través de su participación en las empresas de audio JLB y Harman Kardon.