Troller es una marca brasileña poco conocida en Argentina y en muchos países de la región, salvo para las personas fanáticas del off-road, ya que su talento consiste en la fabricación de 4x4 con mecánica Ford, siendo una opción accesible pero alejada de los estándares de seguridad de la competencia. Su apuesta siempre fue la robustez extrema, funcionalidad y precio, nada de lujos ni cuidado a sus ocupantes. Para mucha gente fan del off-road, con eso alcanza y sobra.
Hace poco, debido a la salida de Ford de Brasil, nos preguntábamos cuál sería el destino de la marca Troller, que si bien es independiente de Ford en el nombre, es en realidad propiedad del óvalo y depende casi totalmente de los insumos y motores del gigante de Detroit para la fabricación de sus vehículos. Todo parecía encaminarse hacia la venta de la empresa y la continuidad de sus empleados, pero Ford dijo que no.
¿Qué pasó?
En la fábrica de Troller trabajan 500 personas.
La idea era que Ford venda la marca, hasta se había asegurado que las negociaciones estaban avanzadas con postulantes para la compra y que hasta contaban con el apoyo del Estado de Ceará, que velaba por conservar los 500 puestos de trabajo en la fábrica donde Troller produce el T4. Pero a último momento, el fabricante estadounidense cambió de planes y puso fin unilateralmente a las negociaciones que se estaban llevando a cabo desde enero.
La drástica decisión llegó directamente desde los Estados Unidos. Según lo que le informó Ford al titular de Sedet (Secretaría de Desarrollo Económico y Laboral de Brasil) las negociciones se suspendieron por decisión de la casa matriz estadounidense, que había contratado a una empresa especializada en fusiones y adquisiciones para el proceso.
La decisión de Ford es no vender la marca Troller ni el diseño de sus productos, solo el complejo de fabricación que comprende un terreno de 120.142 m² con 21.736 m² de área construida.
¿Cómo se lo tomaron en Brasil?
Lo único que se vende son las instalaciones, la marca y los diseños se los queda Ford y no los usará.
Y, bastante mal. La idea del gobierno local de Ceará y los sindicatos es garantizar un trato justo que garantice los derechos de los 500 empleados de la fábrica y tratar de convencer a Ford que Troller es una marca autóctona que merece seguir existiendo. Hasta noviembre seguirán fabricando piezas para el mercado de postventa, pero luego de eso todo indica que las puertas cerrarán para siempre y la gente se quedará en la calle, todo por una decisión tomada en el otro hemisferio.