Una de las épocas de mayor ebullición creativa dentro del mundo del auto fue la década del 50, y puntualmente en EE.UU. Curiosamente, Chrysler le encargó su revolucionario concept Norseman a la italiana Ghia y algo salió mal, muy, pero muy mal… y no fue justamente el auto.
Chrysler Norseman: la ventaja sin parantes
Sabemos qué de los tres grandes de Detroit, Chrysler es fue el más chico, pero también el que persiguió la punta aportando innovaciones.
En 1953 la automotriz decide asociarse con Ghia (más adelante terminaría siendo propiedad de Ford) y le encarga el Norseman, una coupé de medidas titánicas, con un V8 de 5,4L y 235 y caja automática de 2 cambios. Sin embargo, no eran sus medidas lo que más lo destacaban.
Concet Norseman estilo aeronáutico
La llegada de los Jets tuvo mucha influencia en la forma de pensar, soñar y diseñar los autos en los 50s de EE.UU. y eso se ve en las líneas del concept de Chrysler que ofrecían:
- Carrocería de líneas limpias
- Mega parrilla cromada, baja
- Suerte de protectores/punta de turbinas en el frente
- Aletas traseras
- Cola tipo pez, baja y alargada
- Carenado en los bajos del auto
A pesar de todas estas características hay algo que distingue aún más al Norseman y es la ausencia de pilares A y B (delantero y medio). Esta solución, que hoy no pasaría una prueba de choque, fue resuelta por Ghia con un mega pilar C y una lámina tipo trampolín que empujaba al techo hacia arriba.
Norseman ¿Si era tan genial por qué nadie lo conoce?
Después de trabajar más de un año en Turin y con una inversión que rondaba los USD 2 millones el concept de Chrysler estaba listo para iniciar su viaje a EE.UU., y acá todo empezó a salir mal.
En 1956 el concept llegó tarde al puerto de Génova y se “perdió” el barco que debía cruzarlo por el Atlántico. La empresa de logística consiguió un segundo navío, pero cuándo las cosas arrancan con el pie equivocado…
SS Andrea Doria iniciando su camino hacia el fondo del mar
El SS Andrea Doria llegó a las costas de Massachusetts con un problema, había demasiada neblina para navegar correctamente. No hay problema, para eso hay un capitán e instrumental solo que todo puede fallar y en este caso terminó en colisión con otro navío. ¿Resultado?
SS Andrea Doria y concept Norseman realizaron un viaje de 73 metros al fondo del mar. Digamos que a Chrysler se le aguaron los planes y al concept lo conocemos por las pocas fotos que quedaron ya que su desarrollo fue realizado en completo secreto.