Se dice que la historia es cíclica, que se repite, pero ni la mente más pesimista podría sospechar que lo malo siempre vuelve y tan pronto. Brasil volvió a postergar la obligatoriedad del ESP para los 0Km, algo que ya había hecho en 2017 con el amparo del presidente no electo Michel Temer y que el gobierno del por entonces presidente Mauricio Macri replicó en Argentina. Hoy el que dá la nota es Jair Bolsonaro, que cede al pedido de las empresas para postergar nuevamente uno de los elementos de seguridad más importantes en los autos, que salva tantas vidas como un airbag o un sistema de frenos ABS.
La idea original era que para enero de 2018 todos los modelos nuevos deberían equipar ESP y para 2020, todo 0Km a la venta debería integrar este sistema. El mencionado retraso “pateó” la obligatoriedad por dos años, por lo que desde 2020 todo modelo nuevo debe equipar ESP, mientras que recién en 2022 se hará obligatorio para todos los 0km. Ahora desde Brasil nos llega la mala noticia de que Bolsonaro aceptó la propuesta de las empresas nucleadas en Anfabea (una agrupación similar a la Adefa de Argentina de la que son parte las terminales radicadas en el país y que también fueron las que realizaron lobby para la postergación en Argentina) y que la obligatoriedad para que todos los 0km incorporen Control de Estabilidad se retrasa para 2024. ¿La excusa? El coronavirus, claro. Vale recordar que en Europa el ESP es obligatorio desde 2011 en todo vehículo. Muchas veces el mismo modelo es vendido allí con ese sistema de seguridad y no así en la región, atrasada en materia de seguridad al punto que recién este año en Chile se hicieron obligatorios los frenos ABS por ejemplo.
Y no contentos con eso, también pidieron retrasar para 2024 la obligatoriedad de las luces de circulación diurna, las luces repetidoras en los laterales, el ajuste eléctrico de altura de los faros y la alerta de hebilla de cinturón (algo ya vigente en Argentina).
¿Si pasa en Brasil, pasa en Argentina?
Para la postergación de 2018 en Argentina, la Agencia Nacional de Seguridad Vial nos realizó una insólita declaración, argumentando que se hacía para “necesidad regional de hermanar medidas para optimizar su ejecución y no tomar decisiones unilaterales, generando incertidumbre e imprevisibilidad.” Esta riduculez firmada por el organismo que se supone debería velar por la seguridad vial en Argentina podría replicarse si la nueva gestión no mantiene mínimamente un poco de firmeza en la soberanía y en los intereses de los ciudadanos. Hay una enorme cantidad de gente que sería perjudicada por una postergación ya que el mayor volumen de ventas son de vehículos de gama baja / media que no cuentan con ESP. Esta decisión no sólo es culpa de gobiernos que ceden ante las pretensiones empresariales, sino también de una enorme porción de consumidores que ni saben de qué se trata el Control de Estabilidad y por ende no lo exigen o lo consideran poco importante.
Hay muchos modelos en Argentina que aún se venden sin Control de Estabilidad y a la par de lo que aconseja Latin NCAP, nosotros tampoco te recomendamos comprarlos, lo que sí te recomendamos para que tomes una buena decisión es mirar nuestras pruebas de manejo, nuestro catálogo de autos nuevos y comparar entre modelos y versiones para que elijas y premies con tu compra a las empresas que realizan una inversión mínima en pos de cuidar tu seguridad, y castigar a las marcas que siguen vendiendo productos inseguros.