Es claro que para la industria automotriz (entre muchas otras) el 2020 será un año para el olvido. Pasa que a diferencia de otras crisis que golpearon al sector, en esta ocasión directamente se paralizó la producción y la venta de vehículos durante varias semanas, a lo que hay que sumarle el drástico descenso que sufrió este último ítem en los meses siguientes.
El golpe provocado a la industria tuvo como consecuencia que se dejen de generar cientos millones de dólares y la pérdida de miles de empleos, situaciones integrantes de una crisis que incluso parece no tener fin este año, sino que se expandirá a 2021.
Las previsiones a futuro no son alentadoras
De acuerdo a las previsiones brindadas por la Asociación Europea de Proveedores Automotrices (CLEPA), tan solo en Europa la industria automotriz perderá más de 100.000 puestos de trabajo en 2021, de los cuales la mitad serán de empresas proveedoras de autopartes.
La crisis económica no solo afecta a la mano de obra de las marcas, sino que también genera que reduzcan sus inversiones en investigación y desarrollo (I+D), lo que será contraproducente a la hora de cumplir con los objetivos medioambientales y digitales de cada firma.
Actualmente, la industria automotriz europea cuenta con un total de 2.9 millones de trabajadores, de los cuales 1.7 millones provienen de las empresas de autopartes y el 1.2 millón restante de las propias marcas automotrices.
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