Si bien es cierto que Porsche ya emplea la impresión 3D en su desarrollo de piezas prototipos, de autos clásicos y en otras áreas, ahora empezó a aplicar esta tecnología en la fabricación de pistones, uno de los elementos del auto que más estrés sufren. Lo hizo en colaboración con Mahle -especialista en productos automotrices- y Trumpf -dedicada a la fabricación de máquinas laser-.
Gracias a la impresión 3D, los pistones pueden ser fabricados de forma que resulten apropiados para las cargas que soportan, y lo mejor es que pesan un 10% menos que los producidos en serie.
Otra particularidad de estos pistones hechos por medio de impresión 3D es que cuentan con un conducto de refrigeración integrado y cerrado en la cabeza que sería imposible de realizar por los métodos convencionales. Con esta solución logran aumentar las revoluciones del motor, reducir su temperatura y optimizar la combustión. Si hablamos de cifras, esta innovación mejora la eficiencia y logra hasta 30 CV en el motor biturbo de 700 CV que porta el 911 GT2 RS, que fue el primer modelo en equiparlos.
¿Qué material se usó para fabricar los pistones?
Existen varias tecnologías diferentes para la impresión 3D. Todas se basan en el principio de que los componentes se construyen capa a capa, sin necesidad de fabricar previamente una herramienta o molde especial. Lo bueno es que se puede realizar prácticamente cualquier forma geométrica, ya que la impresora se encarga de recibir las ordenes de la computadora con los datos de diseño. En el caso de los pistones se fabricaron con polvo de metal de gran pureza, utilizando un proceso de fusión láser del metal (LMF).