Diez años atrás, Mahindra salvó de la quiebra a SsangYong. La unión benefició a ambas partes, ya que la compañía india se proveyó del know how con el que contaba su par coreana especializada en todoterrenos, y que estaba un escalón por encima de sus trabajos.
Una década más tarde, Mahindra tomó una decisión un tanto confusa al decidir dejar de aportarle dinero a largo plazo a SYMC (siglas de SsangYong Motor Company), tal como se afirma en las siguientes declaraciones realizadas por la propia compañía: "Después de una larga deliberación y considerando los actuales flujos de capital y futuras proyecciones, la directiva de M&M (Mahindra & Mahindra Limited) toma la decisión de no inyectar más capital en SYMC, a la vez que sugiere que esta encuentre formas alternativas de financiarse". Vale recordar que Mahindra cuenta con un 74,65% de SsangYong.
La causa de la quita de apoyo radica en el duro presente de la compañía india: las restricciones provocadas por el COVID-19 en India hicieron que sus ventas cayeran casi un 88% en marzo, según informa Automotive News Europe. En este contexto, se espera que también tome medidas con respecto a sus otras marcas que posee, como Pininfarina y Peugeot Scooters.
Con respecto a SsangYong, la novedad le cae como un balde de agua fría, ya que estaba esperando una suculenta suma de 423 millones de dólares por parte de Mahindra, con los que esperaba definitivamente salir a flote. Para peor, viene de no poder presentar el Korando eléctrico en el cancelado Salón de Ginebra, con el que esperaban expandirse en el mercado europeo durante este año, algo que seguramente se postergará.
Durante los próximos meses, y mientras busque financiamiento, la firma coreana podría contar con un salvavidas financiero de Mahindra, que está considerando brindarle cerca de 40 billones de Won (USD 32 millones), con el fin de que no detenga su actividad.