TOGG es el nombre de la empresa creada en Turquía para diseñar, desarrollar y fabricar autos en un país que está lleno de plantas de ensamblaje (PSA, Ford, Renault, etc.), pero que no cuenta con una marca propia.
Türkiye'nin Otomobili Girişim Grubu A.Ş. (Turkey's Automobile Joint Venture Group Inc.) es una asociación de varias empresas turcas de diferentes ámbitos (industriales, tecnológicas, financieras) y un viejo anhelo del actual Presidente del país, Recep Erdogan.
Todo comenzó en 2010, cuando el mandatario anunció la creación del primer auto turco y prometió importantes ayudas fiscales para las empresas que se involucrasen en esta aventura. Siete años después la compañía fue fundada y dos más tarde el propio Erdogan develó los dos primeros prototipos: un sedán y un SUV, ambos diseñados por Pininfarina. La verdad es que lucían muy bien.
Ahora es el turno del primer bosquejo de un modelo de producción, un SUV que fue inscripto en la oficina de patentes de la Unión Europea, organismo que no sólo aceptó el registro de la marca sino que aseguró la protección industrial del modelo y sus partes.
Este modelo 100% eléctrico tendrá 203 CV y ofrecerá una autonomía de 500 kilómetros, se destacará por contar con pantallas en todas las plazas y en la conducción ofrecerá ciertos niveles de autonomismo.
Según la revista alemana Autobild, TOGG anunció a finales del año pasado que tiene lista una plataforma para autos eléctricos, que será tan modular que sobre ella construirá cinco modelos: un hatchback, un sedán, dos SUV (uno compacto y otro mediano) y un monovolumen. Los procesos de fabricación comenzarán en 2021, mismo año en el que debería estar hecho el primer modelo, y seguirán hasta 2030.
Por lo pronto, la marca está construyendo su planta en la localidad de Bursa, (ubicada en la parte asiática del país) la cual tendrá una capacidad de fabricar 175.000 autos al año. El proyecto cuenta con una inversión de 3.000 millones de euros (unos USD 3.263 millones).