En septiembre de 2015 se descubrió que los vehículos Volkswagen con motor TDI estaban dotados de un software que alteraba las emisiones de los autos a Diésel cuando estos eran sometidos a evaluaciones. Aquel hecho, conocido como el "Diéselgate", le trajo a la compañía alemana multas y liquidaciones millonarias que ascienden a más de USD 34.000 millones.
Si bien esta situación se inició en Estados Unidos con modelos Volkswagen, con el correr de los días se descubrió que otros modelos de las marcas del Grupo comercializados en otros países, también incurrieron en la misma problemática.
Se estima que más de 11 millones de unidades fueron equipadas con el software ilegal, de las cuales cinco millones eran de la marca Volkswagen (que también contó con 1.8 millones de utilitarios), 2.1 millones de Audi, 1.2 millones de Škoda y 700.000 de SEAT.
Ante esta situación, Volkswagen Group debió pagar reparaciones, recompras de los autos y multas. En total, la suma que gastó la compañía fue de USD 34.690 millones de dólares, cifra que dejaría de ascender en 2021.
Por lo pronto, para este año la compañía espera pagar USD 3.000 millones más, mientras que para el próximo deberá abonar cerca de USD 1.500 millones.