Cualquier apasionado de los autos sabe que los años 90 fueron la época de gloria del Nissan Skyline GT-R, un deportivo japonés cuyo secreto era el motor RB26DETT biturbo. Éste fue la peor pesadilla de los autos europeos y un objeto de deseo y de culto en occidente.
Este propulsor de seis cilindros de 2.6 L hace su aparición en el mercado japonés en 1989, y es en gran medida el responsable de forjar la leyenda alrededor de Godzilla. Se acoplaba a una transmisión manual de cinco cambios, encargada de repartir los 276 CV a las cuatro ruedas a través del sistema de tracción integral “ATTESA E-TS”.
Sabiendo de la gran cantidad de personas que buscan un R32 para restaurarlo, la división Nismo Heritage Parts se dio a la tarea de volver a construir todas las piezas que conforman un motor RB26DETT, de tal manera, que, si quisieras, podrías comprarlo completamente nuevo.
Pero hay más, no sólo se limita al R32, si no que se puede solicitar las versiones evolucionadas del RB26DETT (o las refacciones) que se montaron en los Skyline R33 y R34. Por el momento, la comercialización está limitada a Japón a través del sitio web de Nismo Heritage Parts.
Esta estrategia de volver a construir refacciones de clásicos icónicos por parte de Nissan, no es nada nuevo, ya que firmas como BMW, Mercedes o Porsche hacen lo mismo para que sus modelos antiguos, aumenten su valor y preservación.
Lo que sí hay que destacar es que sea una marca “generalista” japonesa la que siga este camino. Después de todo el corazón de Godzilla y el 2JZ-GTE de Toyota son los motores más icónicos de la época de oro de los deportivos nipones.