La renovación del Ford Focus es una novedad bien anticipada por la marca, primero lo vimos en Seminario de Tecnología y Conectividad organizado por la marca en Brasil (ver nota), antes de eso Autocosmos pudo manejarlo en EE.UU. (ver nota), luego la marca lo mostró ante el público local en el Salón de Buenos Aires y ahora, viajamos hasta Fortaleza, Brasil, donde pudimos manejar la versión producida en Argentina que llegará al país en julio.
Estéticamente, las novedades se concentran en el frente donde aparecen las claves del Kinetic Design 2.0 con la parrilla principal en la parte superior, luces afinadas y nervaduras en el capot que dan sensación de poder. En los laterales hay nuevas llantas que, en las versiones SE Plus y Titanium, son de 17” y tienen diseño diferenciado para los Focus hatch y sedán. En la parte trasera hay cambios en más sutiles en las luces. Además, el portón elimina el decorado plástico gracias a una nueva soldadura láser casi invisible que se introdujo como parte de la inversión de USD 200 millones en la planta de Pacheco.
La gama del nuevo Ford Focus estará compuesta por el S con motor 1.6L Sigma II de 125 CV, y SE, SE Plus y Titanium con el 2.0L Duratec con inyección directa y 170 caballos. Todos los niveles están asociados a una caja manual de 5 cambios, pudiendo optarse por una Powershift de doble embrague de 6 relaciones para los dos más elevados. La transmisión automatizada tiene como novedad las levas en el volante y algunos ajustes en soft y hardware para mejorar su andar y durabilidad.
Respecto del equipamiento se destaca la versión Titanium, que incorpora faros bi-xenón direccionales y adaptativos (ver galería de fotos), apertura y encendido sin llave, SYNC® MyFord Touch con pantalla táctil de 8”, cámara de retroceso, y el mejorado asistente de estacionamiento que ahora puede “entrar y sacar” el auto tanto en paralelo como en perpendicular. La última novedad es el Active City Stop (ver nota) que escanea el camino y frena el auto si detecta que estamos por chocar pudiendo evitar una colisión hasta a 20 km/h y minimizándola hasta los 50 km/h.
Según nos comentó Luiz Morroni, responsable del proyecto del Ford Focus, en la parte mecánica también se duplicó el grosor de la estructura de la suspensión delantera y se cambiaron los bujes de goma, aumentando su resistencia torsional, lo que se traduce en un mejor comportamiento. Otra mejora se encuentra en la calibración de la dirección eléctrica que da más confort y respuesta en baja y alta velocidad, respectivamente.
Durante la presentación, realizada en Fortaleza, Brasil, tuvimos oportunidad de manejar al nuevo Focus en versión SE Plus Powershift, por tamos de ruta y urbanos, pero con fuertes limitaciones de velocidad. Podemos decir que la caja busca mantener los consumos bajos y por ello se muestra reticente a rebajar, salvo que usemos las levas o seamos firmes con el pie derecho, o la coloquemos en modo Sport. En las calles más rotas se siente duro de suspensiones, aunque parte de la culpa podrían haber sido los neumáticos 215/50 sobre inflados (no tuvimos forma de comprobarlo), todo siempre sin salir de niveles correctos de confort. La dirección eléctrica no tiene el tacto de las anteriores hidráulicas (en la primera generación del Focus era excelente), pero es cómoda y precisa.
Respecto de los precios para el renovado Ford Focus, estarán disponibles a partir de julio cuando se haya resuelto la incógnita sobre los impuestos.