El equipo Red Bull Racing de Fórmula 1 quiere evitar una guerra financiera en la categoría a pesar de retirarse de la FOTA, la asociación que agrupa a las escuderías en medio de una disputa sobre las medidas para reducir costos.
La Asociación de Equipos de Fórmula Uno, creada en 2008 para ayudar a las escuderías a tener un frente común, también sufrió las bajas de Ferrari y Sauber tras no lograr un acuerdo sobre la restricción a los gastos.
"La FOTA hizo muchas cosas buenas cuando fue creada, redujo costos y otras cosas, pero en meses recientes ha sido menos efectiva y más dividida en cuanto a su futuro, y para decidir cuáles son sus responsabilidades", indicó Christian Horner, director del equipo bicampeón. "Por ahora, estamos contentos por controlar nuestro destino", dijo.
"Estamos de acuerdo con limitar los presupuestos, no queremos una lucha económica como la que hubo hace unos años entre los fabricantes, y en la que Red Bull no podría entrar", agregó Adrian Newey, el jefe técnico del team austríaco.
"Estamos bien si nos podemos concentrar en cosas tangibles, como las restricciones a las pruebas en el túnel de viento y en pista", agregó.
"Es difícil saber los recursos que tienen algunos equipos que son subsidiarias de compañías automotrices", señaló Newey. "Las discusiones comienzan cuando no hay esa transparencia".