Test drive

Renault Duster: se prueba en el campo de batalla

Como parte de la presentación del nuevo SUV realizamos una seria prueba off road en Salta.

Renault Duster: se prueba en el campo de batalla

Ayer te presentamos el nuevo Duster y te dijimos que Renault busca posicionarlo como un auténtico SUV. Tal es el objetivo que hoy viajamos a una imponente estancia de 1.500 hectáreas a realizar pruebas muy exigentes solo con la versión 4X4.

 

La jornada se dividió en dos partes, una de demostración y otra de manejo. En la primera un piloto del Rombo introdujo la “camioneta” en un inmenso cañadón del que salió perfectamente, gracias a su sistema de tracción y a la 1° muy corta. Luego eslingaron la Duster en un simulacro de rescate para demostrar que los ganchos de remolque están sólidamente anclados al chasis y no a los paragolpes, resistiendo el castigo. Finalmente se realizó un importante cruce de ejes donde su bajo peso compensó la falta de recorrido de las suspensiones, también calibradas para un uso correcto en asfalto.

 

Una prueba llamativa fue cuando “pancearon” el SUV sobre dos troncos, resaltando la fortaleza del protector inferior. Se pudieron apreciar además otros protectores “abdominales” demostrando un trabajo a conciencia de Renault. Por último se realizó un paso sobre piedras grandes y un recorrido sobre camino de tierra sinuoso resaltando solidez y estabilidad.

 

En la segunda etapa, los periodistas pasamos al volante en un recorrido que duró aproximadamente una hora. Si bien no se sometió a la Duster a terribles retos off-road, como laja, barro, etc., para lo que una reductora hubiera sido necesaria, es probable que un dueño no realice un trayecto exigente como éste tres veces en su vida con este modelo.

 

Andando por un camino estrecho, siempre de tierra suelta con muchas piedras, profundas bajadas y trepadas, el Duster se sintió sólido y siempre traccionó correctamente. Además sus ángulos de ataque, ventral y salida, unidos a los 210 mm de despeje le permitieron pasar por lugares más empinados de lo esperado. 

 

El escalonamiento corto de las tres primeras marchas, distinto a las versiones 4X2 compensa en gran medida la falta de torque en baja propia de los motores nafta. No es que el 2.0L sea perezoso pero en una situación de constante pendiente hacia arriba, tenerlo sobre las 1.500 rpm se tornaba imperioso. Por debajo de éste régimen se tornaba “pesado” pero esa 1° inmensamente corta hizo mucho para que el motor no se apagara más de lo normal.

 

En resumen, la primera experiencia a bordo del Renault Duster fue más que satisfactoria. Aún queda saber cómo se comporta en ciudad y en ruta, motivo para realizar un buen test drive lo antes posible. Pero por ahora sabemos que pasa uno de los exámenes más difíciles, el off-road, no en vano Renault la posiciona como un auténtico SUV. Uno de precio muy tentador.